Ya habrás escuchado todo lo respectivo a la sal y la salud, que consumirla puede ser dañino, hasta muchos establecimientos han elegido retirar los saleros de sus mesas como medida de salud para sus clientes. Esto se ha llevado a una campaña llamada “-Sal +Salud” que tiene como objetivo hacer que los establecimientos quiten el condimento de las mesas con la intensión de disminuir la ingesta, pues la sal puede provocar daños al cuerpo como hipertensión arterial.
En México se tiene el hábito de ponerle sal a toda la comida, aun cuando este condimento se incorpore desde su preparación en cocina. Se dice que la ingesta diaria que se recomienda es de 5 gramos. Pero el promedio de consumo en los mexicanos es de hasta 15 gramos por persona.
Pero, ¿en realidad la sal es mala?
La sal o el cloruro de sodio, es un electrolito esencial para el funcionamiento del cuerpo humano. Los electrolitos mantienen la función de los músculos y regulan la retención de líquidos. Curiosamente obtenemos estos electrolitos con una dieta saludable y balanceada.
Existen tipos de sal como la sal rosa del Himalaya o sal del mar celta, las cuales contienen minerales y electrolitos como el calcio, potasio, magnesio y hierro. Cualquier tipo de sal que elijas, tendrá cloruro de sodio y si esta resulta ser de origen natural (orgánico) seguramente contendrá electrolitos muy importantes para el organismo.
Sobre todo, la sal hace que algunos alimentos sepan mejor. Su función es resaltar algunos sabores de la comida y ha sido utilizada por siglos para conservar la carne por periodos prolongados, pues la refrigeración no existía en aquel entonces.
Como todo en exceso, el consumo de sal puede ser muy perjudicial a la salud. Como lo mencionamos antes, está ligado a padecimientos como presión alta que seguramente derivará en infartos o problemas cardíacos. Reducir su consumo, puede presentar grandes avances en salud cardiovascular.
Reducir su consumo, más no eliminarlo. Pues dejar de consumirla puede atraer problemas de igual forma que consumirla en exceso, estos problemas pudieran ser niveles de colesterol alto, riesgo de problemas del corazón, hasta contraer diabetes tipo 2.
Lo más recomendable es consumirla con moderación. No agregarla si se ha complementado previamente con los alimentos. Al probar la comida siempre podrás detectar si necesita sal. Y si estas en un restaurante siempre tendrás la opción de solicitar el condimento con el mesero, la medida que se está tomando en establecimientos no busca eliminar la sal de cualquier lugar, sino más bien hacer conciencia en su consumo excesivo. Cuida tu cuerpo y cuida lo que comes.